No tengo más vida que mi vida,
ni más muerte que mi muerte,
pues mi vida es una muerte larga
y mi muerte una vida corta.

He comenzado citando a mi propia persona, es a quien mejor conozco. Antes de dilucidar sobre la parca (llamémosla de un modo más poético para los más susceptibles), he de resaltar que este escrito no pretende ser panegírico hacia la muerte, sino una reflexión de lo que somos y seremos o dejaremos de ser, según se mire.
La vida y la muerte son una dilogía tanto en el concepto semántico, como el metafórico, para unos la muerte es la vida y para otros la vida es la muerte, todo depende del estado del alma de cada quién.
Lo cierto es que es el enemigo ineluctable a quien todo ser sucumbe tarde o temprano, cuanto más intentes luchar en su contra, más sufrimiento hallarás.
Para la muerte no hay solución porque sencillamente la muerte es la solución. Es y será la pandemia ecuménica que no tiene cura, nadie ha encontrado aún remedio ni antídoto. Se dice que la muerte es la única medicina que cura de la vida.
La muerte es el nexo entre dos mundos: El físico y el espiritual, cada uno hay que vivirlo de diferente manera pero en igual intensidad, no te precipites a los acontecimientos, pues la muerte es el trifunfo de la vida y el suicídio el triunfo de la cobardía. Después de muerto deja el cuerpo al hombre y a dios el alma, que cada cual haga su trabajo como crea conveniente.
No pienses en lo que te queda para morir, sino en lo que te queda por vivir, aunque para algunos vivir es acumular riquezas sin llegar a disfrutarlas plenamente, piensa que lo material es pasajero. No falta nada en los funerales de los ricos, salvo alguien que sienta su muerte.
Por mi parte diré que: “Sólo la vida daré cuando la muerte llame a mi puerta”. Para terminar deseo hacer dos citas, una de mi propia cosecha y otra de Vicente Huidobro a quien elogio:
-“ La vida es como un Caballo de Troya; Dios te la regala sabiendo que tiene ganada la batalla”.- (José Manzanares).

-“Hago al andar el ruido de la muerte y si mis ojos dicen cuánta vida he vivido y cuánta muerte he muerto, ellos también podrían deciros cuánta vida he muerto y cuánta muerte he vivido”.- (Vicente Huidobro)

-¡Consumatum est!- (Jesucristo)

La muerte