Aunque desde hacía días la barriada de La Paz ya disfrutaba de actos de distinta índole, no ha sido hasta este fin de semana cuando este populoso barrio se ha visto inmerso en los días grandes de sus tradicionales fiestas.

Las altas temperaturas que hemos sufrido este fin de semana en Linares no han impedido que miles de linarenses se hayan acercado hasta la barriada de La Paz. Cuando el sol daba un respiro, a última hora de la tarde, era especialmente cuando llegaban la mayoría de los visitantes. La familias con niños pequeños se acercaban hasta las atracciones de feria, con sus castillos hinchables, carruseles o «coches locos». También llegaban las pandillas de jóvenes, estos buscando los «cacharros» más arriesgados a fin de activar la adrenalina. Otros preferían tomarse un vino en los puestos instalados a tal efecto o echar suerte en alguna de las tómbolas. Los ancianos de las residencias cercanas miraban desde las ventanas de sus habitaciones lo animado del Paseo de los Marqueses. Los puestos ambulantes añadían un toque de color a la ya de por sí cosmopolita barriada.

Ayer domingo, cerca de las doce de la noche, un modesto castillo de fuegos artificiales daba por finalizada la «Feria Chica» de Linares.