En un principio, la idea no me pareció mal, pues creí, que un museo sirve para recordar la Historia. Y en este caso una historia muy vinculada con la ciudad de Linares durante tantos años.

He tenido la oportunidad de visitar este recinto, y cual ha sido mi desagradable sorpresa al comprobar que solo hay parte de la historia linarense. El Hospital de los Marqueses de Linares ha sido una institución durante muchos años donde hombres, mujeres y niños, hemos tenido que pasar por allí. Una veces para nacer, otras para morir y la mayoría de las veces para llorar, por la enfermedad de algún familiar o amigo. Creo, en mi modesta opinión que Linares no se merece tantos olvidos.

Un gran olvido: LA CAPILLA
Esa capilla, que hoy ha desaparecido, tenía un CRISTO CRUCIFICADO. Si, un CRISTO CRUCIFICADO, colgado en la pared, en lo alto del altar. Cristo que ha escuchado muchas plegarias, muchas peticiones, muchas oraciones de tantos linarenses creyentes y no creyentes, que iban a pedir ayuda o a dar las gracias a ese CRISTO, que hoy, al parecer nos da vergüenza ponerlo en el lugar que le corresponde: ¡DONDE ESTABA!

Otro gran olvido: LAS HIJAS DE LA CARIDAD DE SAN VICENTE DE PAUL
La Hijas de la Caridad remontan su fundación al año de 1876, firmando un contrato con el Ayuntamiento de Linares el 30 de Septiembre de este año de 1876. Por el que se comprometían a realizar el servicio de atención a los enfermos. Diez años más tarde en el 1886, se declaró una epidemia de cólera en Linares y las hermanas del Hospital se ofrecieron para cuidar a los atacados de tan terrible enfermedad. Años mas tarde, los Marqueses de Linares, viendo que el edificio del antiguo Convento no reunía las debidas condiciones, pensaron en edificar uno nuevo en terrenos de su propiedad, situado, como lo conocemos hoy por el Paseo de los Marqueses de Linares, reservados para este fin. Y dando un salto de las muchas vicisitudes que estas hermanas de la caridad pasaron, hay un nuevo contrato en el año 1926 con el patronato del Hospital fechado el día 1 de Enero. Y es, en el año de 1931, cuando se reconoce la abnegada labor de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y les es impuesta la Cruz de Beneficencia para la ciudad de Linares, en la persona de Sor Isabel Yoldi. El día 30 de Junio del año 1992, la Comunidad de Linares se retira del Hospital por el proyecto de remodelación del edificio. Quedando el compromiso de que terminadas las obras en dos años las Hijas de la Caridad volverían a formar comunidad y atender a los enfermos con las características propias de la vocación Vicenciana. Después de 130 años de estancia en Linares de estas Hijas de la Caridad y de 116 años de atender a tantos enfermos en el Hospital de los Marqueses de Linares.

Se merece este pueblo tantos olvidos. Estos olvidos en mi opinión personal es una afrenta al recuerdo de tantos linarenses.

Firmado: Pedro Belinchón Sarmiento
Un linarense descendiente de mineros

Capilla. Foto: Jordi Flores Casasempere